miércoles, 1 de julio de 2009

El Carbonero - Westburn

Buceo desde barco - nivel intermedio.
El pecio “El Carbonero” se encuentra a algunos minutos de navegación del puerto comercial de Santa Cruz de Tenerife. El paisaje es grandioso con el incomparable marco de fondo de la famosa playa paradisíaca de las Teresitas y una vista excepcional de la imponente montaña del Parque Rural de Anaga.



Poco conocida entre los buceadores residentes, se dice que las condiciones pueden ser muy difíciles (corriente, visibilidad reducida) y sobre todo que se pueden encontrar grandes pelágicos como tiburones… Nuestro centro en esta ocasión es el SeaDive de Radazul. Parece ser que hoy la suerte está con nosotros porque la mar está en calma y el viento es nulo. El barco navega a toda velocidad en dirección Norte y en menos de media hora llegamos al punto de inmersión en cuestión. Un rápido vistazo al barco de pescador anclado también al pecio: ¡la corriente es nula, qué oportunidad! Nos equipamos no sin cierta excitación ya que las condiciones son óptimas y no sabemos qué vamos a descubrir…

La bajada es rápida y la cadena del ancla esta completamente vertical. El pecio se encuentra a unos 32m de profundidad reposando sobre el fondo de arena. La visibilidad disminuye a medida que vamos descendiendo. El agua esta cargada de sedimentos que filtran la luz solar pero la temperatura sigue siendo constante de unos 21°c este mes de junio.

El ancla nos lleva a la altura de las calas. Los restos de Carbonero serían los del Westburn, buque a vapor británico construido en 1893. Media poco más de 100 metros de longitud y fue capturado por la Marina de Guerra Alemana en la primera guerra mundial. Fue saboteado en 1917 para no podiera ser recuperado por los aliados.

La parte central fue literalmente dinamitada para hundir el barco. No existe prácticamente nada de la parte estribor del barco. Nos dirigimos hacia la popa ya que esta es la parte mejor conservada del pecio.

La densidad de pez es superior a la normal. Hay grandes cardúmenes de Herreras y Bogas que aprovechan la poca corriente para alejarse del pecio a medida que nosotros lo vamos exploramos.

El timón y la hélice no están puestos ya que fueron quitados antes de que dinamitaran el barco, pero la pared de acero existente de unos 5 metros de altura nos deja imaginar el enorme tamaño que debía de tener. Ya pasan quince minutos de inmersión y el tiempo se nos está pasando muy rápido. Un intercambio de señales sobre nuestras reservas de aire y damos la vuelta bordeando lentamente el lado de babor del pecio.

La proa del barco esta muy dañada con un cardumen de Roncadores que efectúan al unísono un recorrido en slalom en lo que queda de la estructura.

En el pecio abundan los agujeros y refugios para investigar pero se nos está terminando el tiempo de inmersión. Me retraso un poco del grupo para hacer una fotografía de una morena pico pato y de un chucho negro que viene a protegerse bajo una chapa del barco pero no me da tiempo .... hay que subir ya. Qué pena que nuestro club para esta inmersión no dispone de Nitrox… Una barra de descompresión esta colocada bajo el barco y una botella de aire de reserva esta justo al lado para poderla utilizar en caso de necesidad.

Una vez en el barco, todos sabemos la suerte que hemos tenido al poder bucear en el Carbonero con mar en tan excepcionales condiciones… Las miradas brillan en la cara de cada buceador y nos comenzamos a comentar nuestras impresiones y vivencias que se convierten entonces en recuerdos inolvidables. ¡Una vez fuera del agua simplemente deseas volver allí!


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